El Sacramento del Santo Bautismo
Cómo el jefe de familia debe enseñarlos en forma muy sencilla a los de su casa.
Primero
¿Qué es el Bautismo?
El Bautismo no es simple agua solamente, sino que es agua comprendida en el mandato divino y ligada con la palabra de Dios.
¿Qué palabra de Dios es ésta?
Es la palabra que nuestro Señor Jesucristo dice en el último capítulo del Evangelio según San Mateo: “Por tanto, id, y doctrinad a todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” (Mt 28:19)
Segundo
¿Qué dones o beneficios confiere el Bautismo?
El Bautismo efectúa perdón de los pecados, redime de la muerte y del diablo, y da la salvación eterna a todos los que lo creen, tal como se expresa en las palabras y promesas de Dios.
¿Qué palabras y promesas de Dios son éstas?
Son las que nuestro Señor Jesucristo dice en el último capítulo de Marcos: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” (Mr 16.16)
Tercero
¿Cómo puede el agua hacer cosas tan grandes?
El agua en verdad no las hace, sino la palabra de Dios que está con el agua y unida a ella, y la fe que confía en dicha palabra de Dios ligada con el agua, porque, sin la palabra de Dios, el agua es simple agua, y no es Bautismo; pero, con la palabra de Dios, sí es Bautismo, es decir, es un agua de vida, llena de gracia, y un lavamiento de la regeneración en el Espíritu Santo, como San Pablo dice a Tito en el tercer capítulo:
“No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo; El cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, Para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna. Palabra fiel, y estas cosas quiero que afirmes.” (Tito 3.5-8)
Cuarto
¿Qué significa este bautizar con agua?
Significa que el viejo Adán en nosotros debe ser ahogado por pesar y arrepentimiento diarios, y que debe morir con todos sus pecados y malos deseos; asimismo, también cada día debe surgir y resucitar la nueva persona, que ha de vivir eternamente delante de Dios en justicia y pureza.
¿Dónde está escrito esto?
San Pablo dice en Romanos, capítulo seis: “Porque somos sepultados juntamente con él á muerte por el bautismo; para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.” (Ro 6.4)